La necrópolis etrusca de la Banditaccia se encuentra en la localidad de Cerveteri, a unos 40 km te Roma.
La necrópolis de Cerveteri ha sido nombrada como Patrimonio de la Humanidad. Tiene una extensión de más de 400 hectáreas siendo así la necrópolis más grande de la zona mediterránea. Allí se encuentran miles de tumbas siguiendo un plan urbanístico similar al de una ciudad y datan de entre los siglos IX a.C. y III a.C. Es asombroso poder pasear entre los grandes túmulos perfectamente conservados y aprender un poco sobre los etruscos y su sociedad.
Los etruscos fueron una civilización antigua que se originó en la Toscana (y de ellos recibe ese nombre) y son considerados los predecesores de la sociedad romana. Formaron una civilización innovadora, desarrollando conocimientos en cuanto a las artes, la construcción naval y las tácticas militares, lo que les hizo poderosos en el centro de Italia desde el siglo VIII antes de Cristo hasta el auge de la civilización romana en el 40 a.C.
En la necrópolis existen diferentes tipos de tumbas, siendo los túmulos los más atractivos e impresionantes. Estos túmulos o montículos con forma circular están construidos en toba, (un material volcánico abundante en la zona). En el interior se reproducen las que serías las viviendas de los difuntos con sus respectivas estancias. Algunas de estas tumbas presentan frescos y detalles esculpidos en la piedra como decoración, lo que ha permitido a los arqueólogos saber más sobre los etruscos. La casa decorada más conocida de Cerveteri es la Tumba de los Relieves, del siglo IIV a.C.
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Este es uno de los lugares que más me han sorprendido y que más he disfrutado. Al emprender nuestro camino hacia la necrópolis no sabía lo que me esperaba, no estaba muy informado (culpa mía), y cuando llegué allí me quede totalmente asombrado. El recinto cerrado está bien conservado, pero lo han dejado lo suficientemente salvaje como para que sea más atractivo.
A pesar de la buena conservación de la necrópolis parece un lugar bastante desconocido, especialmente para el turista internacional. Se llega a través de un camino de tierra y tiene una explanada para aparcar. La entrada es diminuta pero con todo el merchandising que nunca falta en este tipo de sitios. A la entrada nos dejaron un curioso plano de la necrópolis hecho a mano y dentro de un folder de plástico, lo cual nos resultó muy cutre pero muy entrañable. El coste de la entrada ronda los 6 euros.
Cómo llegar a la necrópolis de Cerveteri
Cerveteri es una localidad cercana al aeropuerto de Fiumicino. La manera más lógica de ir es por la autopista hacia el aeropuerto, y casi en Fiumicino salir y tomar la autovia A12 direccion Civitavecchia. A los pocos kilómetros veremos la salida hacia Cerveteri.
Otra forma llegar a Cerveteri es ir por la Via Aurelia. Una carretera que fue calzada romana y que unia Roma con Pisa
Zona fuera del recinto turístico
Además del recinto turístico, existen muchas más tumbas que no están acotadas y a las que se puede acceder. Lógicamente estas no son las tumbas más bonitas ni representativas, pero el hecho de no ser una zona preparada para las visitas turísticas hace que se convierta en algo especial. Gracias al geocaching pude descubrir esto y adentrarme en una zona de tumbas, andar por aquella zona que parece casi inexplorada en busca de un pequeño tesoro me hizo sentir como Indiana Jones, (aunque suene ridículo fue así).
Algunas de estas tumbas se ven conforme nos vamos acercando a la entrada del recinto, pero la zona más salvaje se encuentra pasada esta entrada y el parking. Para llegar allí simplemente continua por el camino de tierra uno metros y a la derecha verás una vereda que continua entre paredes de roca.
Ver Necrópolis de Cerveteri en un mapa más grande
